VINOS

> En el nombre del vino

Por Fernando Muñoz Pace

¿Le importa el nombre del vino? A mí, me gusta y me sugiere cosas. Y eso me pasó en el Salón Vinos de Alta Gama que se hizo en el hotel The Brick. Al pasar por el stand de Vicentin, conocí (y probé) a Maldito, un blend de cosechas 2011, 2012 y 2013. Es un malbec al 98%, elaborado con uvas de La Consulta, Vista Flores, Las Compuertas y Tupungato, por la enóloga Carola Tizio. La bodega también produce el Arrogante, una etiqueta que algunos supondrán hecha a mi medida (¿en serio?).

Mi siguiente experiencia tuvo onda Juego de Tronos, porque encontré al Mythic, vino de Mythic Estate, proyecto del enólogo de Casarena, Bernardo Bossi Bonilla. El Barrel es un 100% malbec, que proviene de Luján de Cuyo y pasó 12 meses en barricas de roble nuevas. Nota al margen: ojalá todas las bodegas lleven a sus salones a sommeliers como Elizabeth, una verdadera genia, como diría Susana.

Después de ese momento mágico, pasé a otro contradictorio. ¿Qué decir de un vino que se llama Amado Sur? Mejor, probarlo, sin pensar demasiado. Es un gran blend de malbec (70%), bonarda (20) y syrah (10), que pasó ocho meses en barrica y cinco en botella. Sus uvas provienen de los viñedos que Trivento tiene en Luján de Cuyo, Maipú y Tupungato.  

Cuando estaba por irme del Salón encontré a El Guardado Blend 2012, elaborado por La Guarda, en San Juan. Es una creación del enólogo Leo Bossi y lleva 40% de syrah; 40 de malbec y 20 de cabernet sauvignon. Los viñedos están en Pedernal y el vino pasó 15 meses en barricas de primer uso. En la RAE leo que guardado significa "reservado, cauteloso, comedido". Sí, esto me sienta mejor. 

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