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> Millennials & vinos

Por Fernando Muñoz Pace

A los que nacieron hace unos veinte años se los conoce como millennials. No conozco mucho de ellos, pero se ve que les gusta el vino. O, por lo menos, ir a degustarlos, tal como hicieron, hace unos días, en La Rural, sede de Vinos y Bodegas. Por allí estaban, ellos, chicos y chicas bien producidos, cuando inicié mi recorrida en busca de algo nuevo.

La primera parada fue Sylvestra, etiqueta de la familia Bressia. Según me contó Miguel (un simpático venezolano que tiene una vinoteca en Palermo) el malbec que probé era cosecha 2015, sin madera, muy fácil de tomar. Conviene recordar que el respetado Walter Bressia elabora sus vinos desde 2003. Y que también hay Sylvestra sauvignon blanc, torrontés y pinot noir rosé.

Cerquita vi el stand Pontilli Wines y memoricé la frase "toda utopía es factible de hacerse realidad", apropiada para los jóvenes. Debajo de la frase, literalmente, estaba Osvaldo Pontilli, dueño de la bodega y de una peluquería de Las Cañitas. Hace una década, descubrió su pasión por los vinos. Y en 2012 inició el proyecto, en Mendoza. Pude probar el Pontilli cabernet savignon 2013, elaborado con uvas de Junín y Vistaflores, con diez meses en barrica y doce en botella (complejo, pero no tanto). El otro Pontilli disponible es un malbec, del mismo origen y similar añejamiento.

Dos pasos más allá (siempre sorteando chicos y chicas) pude hablar con Andrés Albarracín, de La Hilda. Esta bodega queda en Rivadavia, en el Este mendocino y, hace poco, fue escenario de un programa del ciclo Varieté (TN). Albarracín estaba contento porque pudo contactarse con varios distribuidores, me contó sobre las varias asociaciones de pequeñas y medianas bodegas. Y me convidó con La Hilda Tiempo Mío, un malbec 2014. 

Pegadito a La Hilda estaba el stand de Uva Negra, otra bodega mendocina. Su director, Daniel Alvarez, me sorprendió con una tarjeta personal... ¡en chino! También con un vino de nombre provocador: Sanputan. Es un dulce gasificado, elaborado con chardonnay y semillón. Una etiqueta rosa furioso convocaba a los jovencitos que, a esa hora, copaban el pabellón Frers. 

En lo de Jasmine Monet (etiqueta del Grupo Monet, creado en 2010), una rubia promotora de vestido muy corto y ajustado posaba para las cámaras. Mientras, los ágiles Diego y Paula atendían las consultas sobre este espumante orgánico que llegó a la Capital a principios de año. Lo elaboran con pinot noir y chardonnay y lo presentan en sus versiones Gold Extra Brut, Pink Rosé y White Limited. Si van a la página web de esta marca, verán lo que es sintonizar con este público.

Afuera, bajo un cielo amenazante, encontré sándwiches de jamón crudo. No había tanta gente. Los millennials se cuidan desde chicos. Por lo menos, eso dicen.

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