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> Máximo Larguía

Emprendedor último modelo

Es un ejemplo de iniciativa. Hay que escucharlo hablar de su empresa y de cómo se inició en la cocina para contagiarse de su optimismo. Máximo Larguía arrancó como una fábrica de pizzas congeladas, Masanitas Gourmet, luego le añadió un servicio de catering y en todo le va muy bien. A los 35 años, prácticamente dedicó la mitad de su vida a la gastronomía y desde hace casi una década está embarcado en el proyecto actual.

¿Cómo surgió su vocación? Con gran humildad dice que cuando era chico en su casa “mi viejo me hacía comer lo que había”. En momentos de escasez, con imaginación creaba con pocos ingredientes diferentes menúes y toda clase de combinaciones. Como su padre, resultó un creativo. Cuando tenía 19 años se fue a Europa a tentar suerte, y comenzó como bachero en un restó. La primera vez que armó una ensalada fue en un reducto alemán de comidas típicas en España. Era muy trabajador, no tenía problemas de horario ni de tarea, y rápidamente llegó a ser el encargado de la cocina. Le encantaba hacer el buffet frío y decorar las bandejas. Cuando volvió a Buenos Aires estudió en IEA y en el Gato Dumas. También manejó el restó Perú Beach, que no era comida peruana sino que estaba en la calle Perú. Después de Cromañón era el único que ofrecía comida con show incluido y por eso explotaba de gente. Preparaba la carta y también lo hizo para otros lugares, hasta que cansado del trabajo nocturno empezó con su emprendimiento actual.

“Arranqué con cero pesos” dice. “Primero hacía las pizzas en casa y las distribuía en el vecindario. Siempre fui cabeza dura y no acepto un no como respuesta. Si me dicen no, pido tres razones para ese no. Tengo buena energía y si sabés esperar y aguantar eso a la larga funciona. Si estás convencido de lo que querés hacer y adonde querés llegar, las cosas se dan,” acota este filósofo de la vida.  Ahora su delivery cuenta con unos 25 vendedores en Capital, desde San Telmo a Pilar, más Villanueva, Burzaco, Nordelta y Don Torcuato, entre otros. “A los que comienzan a trabajar conmigo les digo: es fácil entrar y fácil salir. Tres días por semana: de miércoles a viernes, hago las entregas. Si necesitás las pizzas un día es mejor pedirlas un día antes ya que se pueden guardar en el freezer.”

La cocina es en parte semi-industrial y en parte artesanal lo que el da una gran capacidad de producción. Pero todo es controlado personalmente.  Tiene un equipamiento muy moderno que le permite fabricar hasta 2000 pizzas en un día. Actualmente elabora unas 12.000 redondas mensuales. La calidad es excelente, parecen recién hechas y son muy accesibles para el bolsillo. El servicio de catering no se queda atrás, mínimo 12 personas y máximo 1200, hasta hoy. Abarca platos principales, entradas y bocaditos fríos y calientes. También se llevan a domicilio las barras móviles, con tragos, chopera y hasta un vino propio, Los Larguía, blend de malbec y syrah de uvas procedentes de Luján de Cuyo. ¿Le picó la curiosidad? La fábrica queda en Olivos, cerca de Unicenter, y se puede visitar de 8 a 17,30. Pero si no puede ir no se preocupe, los Larguía van a su casa.

http://www.loslarguia.com.ar / Teléfonos 4859-1027/2072-6050/15-5720-7830


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