> Los Larguía & Co (cerrado)

Un día Máximo Larguía tuvo un sueño y llegó el momento de hacerlo realidad. Cuando ni siquiera había empezado de lleno con el rubro gastronómico, en su cabeza rondaba la idea de abrir un restaurante. Y los pasos se fueron dando. Todo empezó con un viaje al exterior que lo conectó con su vocación culinaria. Después, la vuelta al país para estudiar cocina con el Gato Dumas. Hasta que abrió su fábrica de pizzas congeladas Masanitas Gourmet, con la que abastece desde San Telmo en la Capital Federal hasta Pilar en la zona Norte. Con su particular estilo de todo casero, fresco y con buenos ingredientes, anexó un nuevo servicio, Los Larguía Catering, con infinidad de delicias en forma de bocaditos, tapeos y platos principales regados con bebidas varias y tragos.

Pero el espíritu emprendedor de Máximo siempre da para más. No hace mucho surgió la idea de dar el siguiente paso: poner un restó bar. Y de inmediato, con el concurso de una socia entusiasta que se acopló a la idea, pusieron en marcha este nuevo desafío que abrió sus puertas en el barrio de Núñez: Arribeños 3585.  Un espacio moderno, ambientado con buen gusto, apto para una comida rápida de mediodía o para hacer una pausa prolongada degustando exquisiteces en familia, en pareja  o con amigos.

Allí Maxi vuelca su experiencia y los productos que ya conocen el éxito a través de Masanitas Gourmet y Los Larguía Catering. Un lugar para comer pizza, una hamburguesa casera bien completa, una ensalada creativa con rica vinagreta y platos con toque gourmet que varían según el día. Picadas originales, no de fiambres exclusivamente, con lo que elabora para su catering:  entraditas surtidas y tapeos a pedir de boca. Cocina artesanal, incluido el pan. Abierto desde el desayuno a la cena. Medialunas para recordar, deliciosa pastelería para toda ocasión y excelente cerveza artesanal, tirada en el momento.

Un local que puede albergar a unas 30 personas en la planta baja y a 60 en una terraza cubierta, la estrella del lugar. Hay mesas altas y bajas, rectangulares y redondas. Cómodos sillones tipo living. Barra. Muy bien decorada por su mujer, una experta en el rubro, con tolditos, tapicería moderna, colores claros, iluminación ad hoc. Un intermedio entre rústico y actual. Eso sí, con mucha onda. Delicado y práctico a la vez. Con espíritu joven, apto para todas las edades.

Los Larguía & Co ya se lanzó al ruedo. Su chef propietario ve el futuro con optimismo.  Sus ideas surgen en cascada. Cocineros invitados van a mostrar sus habilidades. Nuevos locales o franquicias repetirán la esencia del lugar. Un efecto multiplicador que desde siempre es su carta de presentación. El ingenio de Los Larguía, que su padre practicó desde su infancia en un hogar humilde para dar de comer a seis hermanitos. Un campo de batalla conocido con su base de operaciones en la cocina. Una marca registrada que se potencia y trasciende. 

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