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> El St. Regis se renueva

Hace poco reabrió a pleno. Ahora, con una afluencia muy nutrida de público aprovechando los feriados de Semana Santa, el restaurante St. Regis, en el segundo piso del Hotel Park Tower, en el mismo predio del Hotel Sheraton, en Retiro, luce con  todo su esplendor. Redecorado con exquisito buen gusto y con una carta de otoño que vale la pena probar, es ideal para disfrutar de un almuerzo o una cena placenteros acompañados por el encantador paisaje de la ciudad que se observa a través de su techo y paredes vidriadas.

El chef del restaurante, Sebastián Persec, nos acerca una carta (gracias por ofrecerla también en papel) donde se pueden apreciar en todas sus facetas los cambios experimentados en el contenido y estilo del menú. Viajero incansable en el metier de descubrir nuevos horizontes para su actividad en la gastronomía, Sebastián le aportó su toque a los platos que denotan sus preferencias vegetarianas y su gusto por los manjares de Oriente. Todo fue consensuado por el equipo que lidera el chef ejecutivo del hotel, Matías Lorenzo, lo que redunda en una armonía de sabores y texturas que se observa desde las entradas a los postres.

El resultado, un interesante cambio de partituras que sin dejar de lado materias primas tradicionales, muestran una inclinación por los productos autóctonos de la tierra, el mar y el campo, aprovechando al máximo los recursos que brinda la naturaleza. También ponen la nota los llamados super alimentos, no tan difundidos dentro del gran público y que ahora pueden conocer los comensales ávidos de sabores nuevos. Como para ir teniendo una idea: lemongrass, kale, alga nori, kinoa, hongos shiitake, cilantro, pat choy, entre otros.

Las posibilidades son muchas. A mediodía, de lunes a viernes, hay que tener muy en cuenta su menú saludable. Además de estar a tono con los tiempos que corren, está pensado para que residentes y viajeros elijan entre opciones que dejan contento al paladar y además le permiten continuar distendidos con la rutina diaria. Por un precio muy razonable, pueden disfrutar de un plato, una bebida sin alcohol y copa de vino.  Las cenas se pueden reservar de jueves a sábado, con una lista no muy extensa que brinda oportunas propuestas al comensal.

Ahora vamos a nuestra experiencia. Como bienvenida o amuse bouche llegó un tortellini de espinaca con quenelle de salmón, que hubiera ganado con otra temperatura. Entre las entradas se destacó la sopa de maíz y lemon grass, con albondiguitas de garbanzos y coco. Un hallazgo la provoleta de búfala, con gírgolas y crema de quinoa, más espinaca, ajo y huevo mollet.  Súper original el taco de salmón coho envuelto en alga nori sobre cremoso de zanahoria y jengibre, vegetales encurtidos y emulsión de vinagre de manzana y Dijon.

En materia de principales la merluza negra con puré de apionabo y espirulina, más porotos colorados salteados con cúrcuma y pimentón, una pinturita. Para los que prefieren la aventura, el calamar relleno de mollejas, con mix de arroces y emulsión de piña y cilantro, cumplió con lo que prometía. Los fans de las carnes tienen el lomo u ojo de bife con compresión de papa y chorizo chistorra, cremoso de pat choy y holandesa de romero y ghee, muy logrado. Los postres, que pudimos degustar en su mayoría, son una fiesta. Algunos de ellos, torta St. Regis, cremoso de cacao, torrija negra de plátano y banana y sangría de Malbec con frutas  de estación, especial para homenajear el vino este mes. 

Todo en ese ambiente cálido y refinado a la vez, con el panorama de Buenos Aires a la vista, la atención esmerada del personal siempre pendiente de las necesidades del comensal, deliciosos panecillos y una carta de vinos equilibrada, completan una velada inolvidable.

En Leandro N. Alem 1193, Buenos Aires, reservas al teléfono 011-4318-9211. Para agendar.

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