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> La magia del pisco

La Oficina Comercial del Perú en Argentina, con la colaboración de la Embajada de ese país, está promoviendo el consumo de pisco en el mercado local. Con ese propósito hubo una cata en el exclusivo Bar Isabel, de Palermo, conducido por la destacada sommelier peruana Lucero Villa García. Silvia Seperack, organizadora del evento, dirigió las palabras de bienvenida. La experta explicó a los asistentes el origen del pisco, su sabor, calidad, versatilidad, diferencias con otros aguardientes y su penetración en el mundo. Lo hizo acompañada por productores, representantes de diez bodegas pisqueras del Perú, que llevaron a cabo una ronda de negocios con importadores argentinos.

En tal sentido, la oficina comercial MINCETUR realiza diferentes acciones apostando a un público que prioriza la calidad y procedencia del pisco. Esta es la tercera actividad en Buenos Aires que promueve su consumo a través de la mixología o coctelería. Entre nosotros, el Pisco Sour (se prepara con Pisco, clara de huevo y gotas de Angostura) es el trago más conocido, pero gana popularidad el Chilcano (pisco, ginger ale y limón), por su frescura, buen sabor y sencilla preparación.

De la mano de la gastronomía peruana, un boom en creciente expansión que suma hoy más de 200 restaurantes, y gracias a consumidores sofisticados que buscan “poder darse un gustito”, el pisco tiene un auspicioso futuro en el ámbito local. Se trata de un exquisito destilado de uva, originario del Perú, creado en 1916, que toma su nombre de la ciudad de Pisco. Se elabora a partir de mostos fermentados de variedades de uvas “pisqueras”, que se producen en las regiones autorizadas (Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y distritos de Tacna, en Perú) y con métodos de elaboración tradicionales que conservan su calidad y autenticidad. El resultado, un maravilloso destilado cristalino que toma distinto sabor según su procedencia. Durante la cata pudimos apreciar sus diferentes variedades, entre ellas Quaranta y Negra Criolla.

En Perú existen más de 500 productores. Desde tradicionales y pequeños hasta industriales que trabajan con tecnología de punta. Cada uno tiene su propio estilo, y ello le da una personalidad distinta a cada botella. Las 10 bodegas pisqueras presentes fueron: De Cabral, Virtuoso, Cepa Inka, Antahuaya, Gran Villa de Valverde, Estela, Cofradía, 4 Fundos, Pisco Claudine y Grimaldi.

La velada en el Bar Isabel, continuó para el público con “La Noche del Pisco”. El martes 30 se realizará otra presentación, en la Escuela Argentina de Sommeliers, dirigida a futuros bartenders argentinos.

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