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> Esencia de bodegón

Allá por 1961, el Bodegón La Pipeta ya hacía honor al nombre puesto como homenaje a la exclamación que suscitaban las curvilíneas chicas del dibujante Divito. Hoy, 56 años después, el subsuelo de la tradicional esquina de San Martín y Lavalle, donde se encuentra el centenario edificio Argentino, con su cúpula y las hermosas líneas art decó, conserva el espíritu y el entusiasmo de entonces. Aquel inicial salón de comidas resume en su ambiente el clima del viejo bodegón porteño, pero con una calidad, un menú y una atención renovados para los tiempos que corren. En la cocina y en el salón están todavía los clásicos artesanos del oficio, que les inculcan su amor por la tradición a los jóvenes que se incorporan a las filas.

Al cumplirse un nuevo aniversario, que festejó hace muy poquitos días, es siempre un placer volver a La Pipeta. La calidad de la materia prima, un menú que nos pasea por los platos más clásicos de Buenos Aires y un ambiente relajado para aislarse del ritmo de la ciudad son sus mejores atributos. Provoleta, excelente jamón crudo, revuelto Gramajo, bocaditos de acelga, rabas, bife de chorizo en el punto perfecto, entraña a la parrilla, matambrito de cerdo, impecable trucha grillada, la carta es amplia y las porciones generosas. Sin olvidar la tarantela y el flan mixto as la hora del postre. Excelente relación precio-calidad y muy buena atención, para tenerlo en cuenta al mediodía y por la noche, cuando es necesario hacer una pausa en el trabajo diario o redondear una linda velada.

Un show en vivo (que se repite los viernes y sábados por la noche) y la magia del campeón Sebastián Semba, pusieron la n  ota de color el día del aniversario. Por muchos años más.

San Martín 498 esquina Lavalle / reservas 4322-5564.
 

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