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> Cerveza para fuertes

Por Fernando Muñoz Pace

Mi visita a Antares Palermo me hizo acordar a una película: Sin lugar para los débiles (Ethan y Joel Cohen, 2007). El título original es No Country for Old Men, pero verán que la caprichosa traducción también viene a cuento. Bueno, la primera cuestión es que las cervezas que presentó Pablo Rodríguez, uno de los dueños de esta cervecería artesanal, exigen fortaleza.

Hacer cerveza como si fuera vino (al menos en parte, claro) es el corazón del Proyecto Barricas de Antares. Empezaron en 2008 y en 2015 presentaron El Centinela Roble, que pasó por madera dos meses y que alcanza los 14° de alcohol, el doble que una cerveza industrial. El resultado es una Barley Wine frutada y compleja que ahora tiene su versión 2016.

Más fuerte aún, al menos para mí, es la Monasterio 2016. Se clasifica como Belgian Quad Roble, porque está elaborada según métodos iniciados por monjes trapenses de Bélgica en la Edad Media. Y porque tiene cuatro veces más malta que las cervezas de este estilo. Al estar en barricas de roble antes usadas para elaborar whisky (eran de Pernod Ricard), su graduación sube de 12 a 14.

No es lo único, porque esta Monasterio también gana sabores de esas barricas usadas y complejidad. De esta manera, en boca, sorprende con aromas a damasco, zapallo en almíbar banana y también vainilla. Es una cerveza oscura, pero sin tostado, apta para a guarda. De hecho, Antares elaboró unas 10.000 botellas de as que ahora vende unas 2000. E precio 110 pesos (botea de medio litro).

A final, pensé que as cervecerías artesanaes, como ésta de Paermo con su ambiente bien USA, son cosa de jóvenes. Pero, mientras probaba las papas fritas de Antares, alguien me dijo que era cuestión de espíritu y no de edad. ¿No Country for Old Men? Quizá.

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