VINOS

> Joven a los 83

José Eduardo Crotta fue uno de los tantos inmigrantes europeos que vinieron a la Argentina a principios del siglo XX. En 1919, cuando apenas tenía 14 años, llegó solo en un barco al puerto de Buenos Aires. Poco tiempo más tarde, en la década del 30, abordó con su esposa  austríaca, Wilhelmina Ritz, a quien familiarmente llamaban Guillermina, la compra de una pequeña bodega mendocina, en el partido de San Martín, donde comenzó a elaborar sus propios vinos con su mismo apellido como marca.

La tradición familiar no se perdió y hoy sus nietos, Carlos, Claudia y Carolina, tienen la misión de aggiornar aquellos esfuerzos a los tiempos que corren. Poco antes de finalizar el 2016, presentaron su nuevo portfolio compuesto por tres líneas: Comienzos, Picnic y Le Muscat. “Decidimos hacer lo que nuestro fundador tenía como regla: cambiar e innovar”, comenta Carlos Crotta. “Por eso adoptamos una nueva identidad, joven, dinámica y entretenida, que apunta a un público identificado con este tipo de productos”.

Con Le Muscat pretenden ampliar el consumo de su tradicional Moscato introduciendo una variante que incursiona en la moda de servir cócteles y tragos y en la resignificación de la figura del bartender. Comienzos  es una línea de varietales pensada para un segmento Premium y para captar las propuestas de vinotecas y restaurantes. Picnic está destinado a acompañar las comidas y situaciones de todos los días, dirigido en particular al negocio de cadenas, bares y bistrós.

Después de 83 años de camino recorrido,  Bodegas Crotta tiene una capacidad de guarda de 18 millones de litros, procesa más de 100 mil quintales de uvas al año, exporta a todo el mundo y cuenta con una sala de degustación para recibir a los visitantes. Una vez más apuesta al futuro.

http://www.crotta.com.ar

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